Has perdido la cuenta de las veces que has empezado una dieta (supuestamente infalible) y después de muchos días de autocontrol y sufrimiento, te pones encima de la báscula, miras tu peso y gritas al cielo “¿Por qué no consigo perder peso?” 😭
Es normal que te sientas así… De hecho, el 90% de la gente que quiere perder peso se siente así.
Sí, has leído bien. El 90% de la gente que prueba de perder peso fracasa.
La razón es muy sencilla: el problema no está en ti, está en la manera con la que has intentado perder peso (sin éxito) hasta ahora.
Es muy probable que cada vez que hayas intentado eliminar grasa de tu cuerpo hayas cometido algún error básico que ha boicoteado tu esfuerzo.
La buena noticia para ti es que si aprendes estos 10 errores básicos, tu cuerpo recuperará la capacidad de regular su peso y conseguirás tu cuerpo ideal sin tener que seguir sufriendo.
En este artículo encontrarás:
1. Piensas que comes sano pero en realidad no lo haces
El primer problema se presenta cuando sigues la típica dieta para perder peso de 5 comidas al día basada en pechuga de pavo y queso fresco bajo en grasas.
Es cierto que las calorías son importantes, pero eso no significa que sean tu prioridad, no tienes por qué pasarte el día contando las kcal que tiene todo lo que vas a comer.
👉 El modo en que reacciona tu cuerpo a esas calorías puede ser incluso más importante que las mismas.
Es decir, si comes cada 3 horas y además ingieres alimentos que desorganizan tu metabolismo (edulcorantes, antinutrientes… comida procesada en general) esta es la razón por la que no consigues perder peso.
Tu regulación hambre-saciedad está descompensada. Comes pocas calorías, por lo que tu cuerpo decide que es el momento de almacenar la grasa, no quemarla.
Si quieres entrar en profundidad en este tema, te dejo este artículo sobre dieta sana.
2. Tienes problemas de estrés
El estrés es la respuesta seleccionada de tu organismo para sobrevivir a los peligros a los que se enfrenta.
Uno de los máximos peligros que hemos sufrido los seres humanos a lo largo de toda nuestra historia es la escasez de alimentos, por ello, una respuesta al estrés siempre va acompañada de ahorro de energía, como muy bien explica este estudio de Nature reviews of endocrinology George P. Chrousos.
Si tu ritmo de vida u otro factor externo te provoca mucho estrés, intenta solucionarlo. Puedes recurrir a diversas técnicas como la relajación o meditación.
Si el motivo de tu estrés es la dieta en sí, aquí tienes un artículo sobre cómo hacer dieta sin ansiedad.
3. Estás ganando músculo
Si realizas mucho ejercicio de fuerza o estás comenzando a hacer ejercicio, probablemente empieces a perder grasa y ganar músculo.
El músculo ocupa menos volumen que la grasa, pero pesa más, por lo que puede que tu volumen corporal disminuya pero no suceda lo mismo con tu peso.
Por esto mismo, siempre recomendamos que la báscula no sea tu único parámetro para ver si estás perdiendo peso o no.
Muchas veces, mirarte al espejo o tomar fotos de tu progreso son mucho más efectivos para ver los cambios y motivarte a seguir.
4. No realizas ejercicio
Como ya hemos comentado infinidad de veces, el sujeto sedentario sano NO EXISTE.
Moverte en coherencia con tu fisiología no solo te aportará salud y bienestar, sino que preparará tu organismo para obtener tu peso y figura ideales.
👉 Realizando ejercicio no solo quemarás calorías, aumentarás tus niveles de felicidad, liberarás estrés, te sentirás más fuerte y aumentarás tu energía diaria.
Entiende que no se trata de hacer ejercicio para perder peso, se trata de moverte de forma coherente y que tu cuerpo recupere la salud y su silueta natural.
Si quieres hacer ejercicio con entrenamientos y sesiones ya creadas en función de tus objetivos y tu nivel, descárgate la App de Mammoth Hunters y empieza a entrenar para conseguir perder peso a la velocidad del rayo.
5. No practicas ayuno intermitente
Si todo el día estás consumiendo alimentos, aunque sea en poca cantidad, tu metabolismo siempre está en un estado de asimilación, olvidándose de cómo usar las reservas para obtener energía.
Con el ayuno intermitente entrenas a tu cuerpo para que aproveche sus reservas y no dependa de lo que ingieres.
No solo te ayuda a perder peso, sino a controlar el hambre para que no pases el día pensando en comer.
Si eres nuevo en este tema, puedes leer nuestro artículo sobre ayuno intermitente para aprender un poco más.
6. Comes demasiado/te mientes a ti mismo
Aunque en la razón por la que no consigues perder peso número 1 recomendamos que comas alimentos ricos en nutrientes y saciantes, tampoco se trata de hincharse.
Algunas personas, con la excusa de que están comiendo saludable, se exceden con los frutos secos, la carne, los huevos o el aguacate… Y esto no te ayudará a perder peso.
Al realizar comidas equilibradas en macronutrientes y saciantes, no es necesario que comas mucho, ya que con una ración normal deberías eliminar el hambre por varias horas.
Por otro lado, también es necesario destacar a aquellas personas que dicen que comen bien pero en realidad no lo hacen.
Según la experiencia de nutricionistas y terapeutas, muchos pacientes no pierden peso básicamente porque no son sinceros con sus ingestas.
7. Has llegado a un umbral homeostático
El umbral homeostático es un peso determinado con el que tu cuerpo se siente cómodo. Te permite realizar satisfactoriamente todas las funciones vitales y suele estar determinado genéticamente.
El problema es que este umbral puede no corresponderse con el peso que tú quieres…
La solución aquí es no insistir en lo que no te ha funcionado hasta ahora. Varía en la rutina de ejercicios y haz alguna intervención nutritiva que saque al organismo de la zona de confort.
Disminuir momentáneamente los carbohidratos puede ser un buen comienzo, para ello puedes seguir la dieta cetogénica, una estupenda estrategia quema grasas.
8. No estás durmiendo lo suficiente
Dormir poco eleva los niveles de cortisol, una hormona del estrés, aumenta el hambre e impide que produzcas hormonas regenerativas que traducirán tu esfuerzo deportivo en músculo. Aquí te dejo un estudio al respecto.
Por tanto, es necesario que duermas lo suficiente para que tu organismo actúe de la forma correcta y consigas perder peso.
Si quieres mejorar tu calidad de sueño, te dejo este artículo que explica a detalle cómo dormir mejor.
9. Tu felicidad depende de tu peso
Muchas personas viven gran parte de su vida controlando su peso, hasta el punto de convertirse en verdaderos expertos en dietas, nutrición y alimentos quema-grasa. Y aún así, no consiguen adelgazar.
Si eres de esas personas que sufre en exceso cada vez que coge algunos kilos y vive con un control excesivo de lo que come y lo que pesa… Esto es completamente contraproducente.
Debes comprender de que eres mucho más de lo que marca la báscula, y que tu felicidad no depende de tu peso.
Hasta que esto no esté completamente interiorizado, la propia angustia (o lo que es lo mismo: el estrés que está muy relacionado con la obesidad) generará un tipo de organismo que tiende a ahorrar y que, por lo tanto, te impedirá adelgazar.
Si quieres saber más de este tema, te dejo mi artículo sobre estrés.
10. Ya estás en tu peso
Quieres parecerte a un modelo de Photoshop sin pasar por Photoshop, quieres tener la musculatura de Arnold Schwarzenegger sin consumir testosterona, o simplemente sueñas con una figura fina cuando todos tus familiares son de complexión robusta…
Desengáñate: puede que lo estés haciendo todo bien, excepto valorarte a ti mismo.
A veces no necesitas perder peso, simplemente adaptar buenos estilos de vida, hábitos que ayuden a mejorar tu salud, y sobre todo, mantenerte activo y ser feliz.
Si quieres una ayuda tanto para mejorar tu alimentación como para introducir el deporte en tu vida, descárgate la App de Mammoth Hunters y empieza a perder peso (o simplemente a ganar en salud 😉)
Soy doctor en Biología Molecular y MBA. Durante 12 años dediqué mi vida a la ciencia. Primero en la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona) y más tarde en el Institute for Systems Biology (Seattle, USA). Mi pasión por la optimización de la salud y mi experiencia como científico me han llevado a dedicar mi vida a identificar los descubrimientos sobre cómo mejorar la salud y alargar la vida y experimentarlos en mí mismo.