El ser humano ha evolucionado durante millones de años en unas condiciones medioambientales muy diferentes a las actuales.
Estas condiciones (lo que comía, la cantidad de luz solar a la que era expuesto, el tipo de movimiento que debía realizar para sobrevivir) moldearon su genoma.
Los cambios en el genoma son muy lentos.
Mientras el mundo ha cambiado vertiginosamente en los últimos 200 años, el genoma del ser humano apenas ha variado y sigue adaptado a las condiciones del paleolítico.
En este artículo encontrarás:
Evidencias científicas en las que se basa el estilo de vida mamut:
- Datos arqueológicos y antropológicos indican que nuestros antepasados preagrícolas no sufrían de obesidad, cáncer, enfermedades cardiovasculares y enfermedades autoinmunes (artículo, artículo).
- La biología molecular, la inmunología y la endocrinología han identificado mecanismos moleculares que explican las adaptaciones biológicas a una vida de cazador recolector (artículo, artículo).
- La experiencia clínica de grandes expertos en los últimos años ha demostrado la eficacia de la Paleo Dieta y el entrenamiento funcional en la curación de una serie de enfermedades y la mejora de índices subjetivos y objetivos de salud.
Qué nos enseña el estilo de vida mamut
Come aquellos nutrientes a los que tu fisiología se haya adaptado
Come comida natural, no productos procesados.
Intenta evitar todos esos ingredientes que han pasado a ser predominantes en nuestra nutrición recientemente: cereales, legumbres y lácteos.
Puedes aprender más sobre la Paleo Dieta en nuestra sección en la web dedicada al tema.
Muévete de manera variada, divertida y con el estómago vacío
El movimiento nos ha acompañado a lo largo de nuestra historia. Lo necesitábamos para sobrevivir.
Es por ello que ahora el cuerpo depende de él para una fisiología adecuada.
Es emocionante observar cómo, en las condiciones oportunas, todo el metabolismo se pone en marcha para favorecer la actividad física.
Los órganos se orquestan para trabajar conjuntamente en pro del movimiento óptimo y el sistema nervioso central apoya el proceso segregando con un buen número de neurotransmisores de la felicidad.
Si no te he convencido todavía, te sugiero que veas este vídeo sobre cómo empezar a entrenar para que se convierta en un hábito:
Toma el sol
Durante la mayor parte de nuestra historia hemos estado muchas horas bajo el sol, y es un factor indispensable para estar sanos.
Entre muchas otras funciones la luz del sol es necesaria para la regulación de nuestro ritmo circadiano y para la síntesis de vitamina D.
La vitamina D sirve para:
Pocas cosas logran más consenso entre los expertos de la salud como la importancia del sueño y el descanso.
El problema es que “descansar” para muchas personas significa ver la televisión, navegar por Internet o usar algún tipo de dispositivo electrónico.
Todo eso es cualquier cosa menos relajante para nuestro cerebro y nuestro cuerpo.
No sólo hemos olvidado el valor del descanso, sino que nos hemos olvidado de cómo conseguirlo, como te lo explico en este artículo.
El cuerpo es incapaz de adaptarse a la escasez de sueño.
Dormir es absolutamente esencial para el mantenimiento y reparación los sistemas:
- Neurológico.
- Endocrino.
- Inmunológico.
- Locomotor.
- Digestivo.
En un ritmo circadiano normal, la hormona melatonina aumenta de forma natural al atardecer y durante la noche.
La melatonina estimula la función del sistema inmunitario y nos protege de las infecciones.
Por esto nos resfriamos después de no dormir bien durante unas pocas noches.
Dormir es tan importante que su falta es fatal: los animales de laboratorio sujetos a privación de sueño mueren a las dos a tres semanas.
Entre otras cosas, una noche completa de sueño mejora:
- La memoria y la claridad mental.
- El rendimiento deportivo.
- El estado de ánimo y la energía global.
- La función inmune.
- Aumenta la tolerancia al estrés.
Si quieres saber más de este tema, te recomiendo mucho revisar este artículo que te enseñará cómo dormir mejor.
Nuestros amigos y nuestros parientes tienen un lugar especial en nuestros sentimientos.
Valoramos la relación que tenemos con ellos, la perspectiva que nos aportan, el apoyo que ofrecen, lo que nos cuentan, los intereses que compartimos.
👉 Ellos desempeñan un papel esencial en nuestras vidas.
Como resultado de nuestro contacto con ellos nos sentimos mejores personas, y más felices.
Además, ahora sabemos que estas relaciones también nos aportan salud.
Diversos estudios han vinculado una buena red social con aspectos tan variados como:
- La retención de habilidades motoras.
- La supervivencia a un cáncer.
- La función inmune en general.
- La preservación de la función de la memoria.
- La longevidad general.
Por otro lado, el aislamiento social se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y la enfermedad de Alzheimer.
👉 La evolución ha incentivado las interacciones sociales como estrategia de supervivencia de la especie.
Una vida en sociedad ofrece:
- Una mejor protección contra los depredadores.
- Mayores probabilidades de éxito en la caza.
- Una mayor atención del grupo sobre la descendencia.
Los humanos que optaron por vivir en tribu tenían simplemente más probabilidades de sobrevivir.
La capacidad y el deseo de compartir la vida con los demás, sin duda, fue seleccionada y transmitida. Con el tiempo, llegó de forma natural a ser instintiva e indispensable.
Contacta con la naturaleza
Cada vez más autores sugieren que vivir cerca del entorno natural (incluyendo jardines y tierras agrícolas) tiene beneficios para la salud a largo plazo (estudio).
Estos beneficios son causados, en parte, por la necesidad psicológica de vivir en el entorno en el que evolucionamos como especie.
Junto a factores como el ejercicio, la luz solar y las interacciones sociales. Los humanos tenemos una necesidad evolutivamente predeterminada de exponernos a la naturaleza.
Cuando no lo hacemos sentimos nostalgia (estudio).
Disfruta de no hacer nada
Durante la mayor parte de nuestra historia hemos dedicado parte de nuestro tiempo a no hacer nada.
Nuestras propias actividades nos lo exigían. No podíamos pasarnos el día cazando o recolectando, ni siquiera plantando.
Ahora, en cambio, nos hemos convertidos en los únicos animales “ocupados”.
Se nos pide que trabajemos más horas —por menos dinero—, que agrupemos las fiestas para no distraernos, que nos jubilemos más tarde e incluso que no enfermemos.
Nuestro sistema nervioso no está adaptado a este ritmo de vida frenético, y sufre.
Imaginad a los leones retozando bajo la sombra, disfrutando de no hacer nada hasta que llega el momento para ir de caza.
Nosotros estamos hechos cuál leones y necesitamos esos ratos de reposo diario.
Esto lo explicamos claramente en este vídeo:
En definitiva
El estilo de vida mamut se trata de respetarse a uno mismo.
Es decir, lo único que debes hacer es comer sano, salir al aire libre, ver a tus amigos y descansar.
Amante de la fisiología humana, el entrenamiento y más, Néstor, co-fundó Mammoth Hunters después de ayudar a Oriol mejorar su rendimiento deportivo y salud. Es un nutricionista clínico, entrenador y terapeuta. Además de Mammoth Hunters Néstor tiene una clínica donde ayuda a centenares de personas a estar más sanas.