Hoy en día nadie disputa que realizar actividad física es muy importante para tener una buena salud.
Durante millones de años el ser humano necesitó moverse para sobrevivir. De hecho, la mayoría de los retos para la supervivencia a los que nos hemos enfrentado durante toda la historia han requerido de la actividad física para:
- Buscar y encontrar alimento tanto en la caza o como en la recolección
- Búsqueda de agua
- Escapar de un depredador
- Termorregular
- Enfrentarnos a vida o muerte contra otros adversarios
Esto creó una presión selectiva que no solo hizo que los que “se movían mejor” sobrevivieran y procrearan más (pasando sus genes a su descendencia). Además, hizo que “moverse” fuera imprescindible para nuestro organismo.
En la modernidad, la actividad física ha dejado de ser necesaria para sobrevivir. Pero nuestro cuerpo es el mismo que el de nuestros ancestros y aun necesitamos movernos para evitar enfermedades.
Como dice el gran inmunólogo Graham Rook, la evolución transforma lo inevitable en una necesidad. Y ahora eso que era vital y que realizábamos a diario, debemos simularlo en otras condiciones para evitar enfermarnos.
Actualmente, la plaga de sedentarismo (posiblemente mucho más contagiosa que el COVID) se ve claramente reflejada en los datos tanto de mortalidad como de morbilidad al punto que la falta de actividad física es considerada por la OMS como la 4 causa de muerte mundial y el sedentarismo se asocia a 35 patologías crónicas diferentes.
Seguramente estás pensando: Bien, pero eso ya lo sabemos, lo repites cada dos artículos.
Tienes razón, pero es que más allá de estos datos, es interesante profundizar en los efectos que tiene la actividad física en tu salud y bienestar.
Hoy te voy a contar lo mismo pero de una perspectiva de terapeuta. Te voy a explicar los beneficios reales de realizar actividad física de manera continua.
En este artículo encontrarás:
La actividad física te hace estar más motivado
Como todo comportamiento humano, el movimiento es inducido por nuestro cerebro. Para ello, genera una cascada de neurotransmisores que activan esta conducta.
Uno de los neurotransmisores más relevantes es la dopamina. La presencia de dopamina se asocia entre otras cosas a mayor sensación de vigor, a la mejora del aprendizaje, a la capacidad de generar conductas mentales más flexibles y a la adherencia a un objetivo marcado. (estudio).
Esta hormona es fundamental para nuestro cuerpo porque nos quita las malas sensaciones y nos ayuda a generar buenos hábitos.
La cuestión es que cuanto más te mueves, más eficiente te harás en la liberación y uso de la dopamina que no solo usarás durante la actividad física sino como hemos comentado trasladarás a otras funciones de tu vida.
Es decir, vivirás más feliz.
La actividad física genera un estado corporal anti inflamatorio
La mayor parte de las patologías modernas tiene como base una inflamación crónica de bajo grado. (estudio)
Del otro lado del espectro, tenemos a la actividad física que es un reguladora de la inflamación por múltiples vías.
De estas las principales son la liberación de sustancias con este potencial antiinflamatorio llamadas genéricamente mioquinas (estudio)
La actividad física mejora la flexibilidad metabólica
La capacidad de usar el sustrato energético óptimo para cada situación es determinante para la mayoría de sistemas corporales. Si nos vamos quedando sin energía las sensaciones son realmente desagradables.
La cuestión es… ¿por qué nos sentimos sin energía si tenemos reservas en abundancia?
Esto sucede porque se ha comprobado que la mayoría de las personas adultas tienen mermada la capacidad para intercambiar sustratos energéticos de manera adecuada como lo hacíamos durante toda nuestra historia (estudio).
La actividad física junto al ayuno intermitente son las 2 intervenciones con más evidencia para mantener y recuperar esta flexibilidad metabólica. De esta manera, tu cuerpo cuando transite hacia el uso de la grasa no tendrá malas sensaciones (estudio)
La actividad física te mantiene joven
Desde la publicación del espectacular paper sobre los 9 mecanismos más importantes asociados al envejecimiento (estudio) la comprensión sobre cómo mejorar el envejecimiento saludable es cada vez mayor.
En este campo, se ha demostrado que la actividad física es absolutamente determinante por múltiples vías desde las ya mencionadas antes como en la regulación inmunitaria previniendo la inmunosenescencia o la recuperación metabólica evitando contextos de hiperglucemia y facilitando la liberación de cuerpos cetónicos a la evidencia de que la actividad física permite aumentar la concentración intracelular de una de las sustancias más importantes para la vida: EL NAD+ (estudio).
Por último, la actividad física promueve la renovación y producción de nuevas mitocondrias. Estos orgánulos celulares son claves para producir energía, mantener un buen balance antioxidante, y por supuesto envejecer de una manera saludable.
Es decir, cuando llegues a los 40 te verás mucho mejor que los que tienen 30, seguramente. Pero es que además, internamente estarás mucho más saludable que la mayoría de tus amigos.
La actividad física conserva estructuras necesarias para la óptima salud
En fisiología hay una regla universal: Adaptación es pérdida de función.
Si no nos movemos, aquellas muchas de las estructuras que dependen del estímulo de la actividad física se atrofiarán.
El caso más evidente es, por supuesto, la musculatura. Si no estimulas su uso disminuirá muy rápido.
Actualmente, sabemos que el músculo es un verdadero órgano endocrino que libera sustancias indispensables para la correcta fisiología del ser humano. De hecho, la proporción muscular adecuada se considera un factor protector de cualquier causa de muerte y retrasa la aparición de marcadores de envejecimiento (estudio).
Esto quiere decir de que mantener la musculatura es extremadamente importante y la única forma de conseguirlo es entrenando (comer y dormir bien también es fundamental)
A su vez, otro gran tejido que depende del estímulo de movimiento para mantenerse es el hueso.
El hueso requiere de presiones y tracciones para mantener su estructura. De hecho uno de los tejidos que más se ve afectado en el espacio es el hueso. La mayoría de astronautas al no generar estímulo sobre el hueso por la falta de gravedad sufren una degradación ósea muy importante.
¿Y sabes cómo se recuperan?
¡Con entrenamiento!
En realidad, la actividad física es tan importante (no sólo en la tierra sino también en el espacio) que los astronautas dedican varias horas del día a entrenar.
Puedes verlo en este vídeo:
Conclusiones
Espero que este repaso rápido por algunos de los efectos positivos de la actividad física sobre el ser humano te ayuden a animarte a implementarla en tu vida.
Si aún crees que necesitas un empujoncito más revisa, nuestro artículo de las 3 claves para iniciar la actividad física.
Soy doctor en Biología Molecular y MBA. Durante 12 años dediqué mi vida a la ciencia. Primero en la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona) y más tarde en el Institute for Systems Biology (Seattle, USA). Mi pasión por la optimización de la salud y mi experiencia como científico me han llevado a dedicar mi vida a identificar los descubrimientos sobre cómo mejorar la salud y alargar la vida y experimentarlos en mí mismo.