Cuando corrí la Cavalls del Vent, dado el poco entrenamiento que llevaba antes de esta esta competición deportiva y mis propias características, tenía muy claro cuál sería mi plan: no machacarme en las subidas y recuperar ritmo, tiempo y posiciones en llanos y bajadas.
Esto significa que había recorrido el circuito varias veces en mi cabeza y me había visto sufrir subiendo al refugi de Niu de l’Àliga y disfrutar a un ritmo adecuado bajando El Collell.
En realidad un plan no es más que el reto que te pones a ti mismo con la finalidad de movilizar la energía endógena necesaria para afrontar la competición deportiva (o el objetivo elegido) con una mayor garantía de éxito.
Seguro que todos hemos experimentado lo poco que cuesta hacer algo para lo que estás motivado, y a la inversa. Pero desde una perspectiva neurofisiológica, ¿qué es lo que en realidad está ocurriendo?, y ¿por qué es tan importante para el rendimiento?
La motivación dirigida a una meta pone en marcha un circuito cerebral llamado el circuito de la búsqueda. Dentro de estas motivaciones se incluyen por ejemplo algunas tan básicas como la búsqueda de comida y agua (aquí también radica la importancia del movimiento en ayunas, pues no puedes ir a buscar lo que ya has encontrado).
Este circuito permite que la percepción de fatiga durante la competición deportiva sea mínima, asegurando así el cumplimiento del objetivo fijado. Esto es posible gracias a la activación de un neurotransmisor sensacional, la dopamina.
La dopamina se relaciona entre otras cosas con el control del movimiento voluntario, los procesos de atención y memoria, las adicciones, la sensación de motivación y placer y la percepción de fatiga.
Así pues, cuando nos planteamos un reto segregamos este doping natural que permite arrinconar las malas sensaciones corporales durante un tiempo determinado.
Gracias a ello he comprendido por qué puedo correr 80 km por propia voluntad sin agobiarme y en cambio, tras diez minutos de compras, siento una apabullante sensación de fatiga; o por qué es tan importante una buena frase motivadora en el momento justo.
Una vez cumplido el objetivo, el cuerpo aprende sobre ello e intentará repetirlo (ganar hace ganar).
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Delante una competición deportiva hace falta un Plan A… y un Plan B
Pero ¡atención!, una competición deportiva está plagada de imprevistos y puede ser que por razones diversas no puedas cumplir los planes preestablecidos.
Esto conlleva un riesgo muy importante, pues desde el momento en que tu búsqueda se ve frustrada, la depleción de dopamina es instantánea.
Eso hace que se activen las zonas cerebrales relacionadas con la alarma y la incomodidad, generando, por pura supervivencia, el aprendizaje de no repetir la misma estrategia.
De hecho, durante la CdV, la neurofisiología se hizo materia viva y pude sentirla en mis propias carnes: un golpe durante la carrera me impidió avanzar con comodidad y mi plan se tornó inalcanzable.
En ese momento la sensación de fatiga, aunque sólo caminara, era mucho mayor; tenía ganas de retirarme e incluso os puedo decir que sentía cierta sensación de tristeza.
Desde la neuropsicología se plantean dos estrategias para estos caso: insistir en el Plan A, con un riesgo elevadísimo de acabar frustrado y retirado, o elaborar rápidamente un nuevo plan que te permita reactivar el circuito de la búsqueda y continuar la carrera.
En mi caso, encontré unos acompañantes con un plan propio que se adecuaba a mis nuevas necesidades, con generosidad me lo prestaron, yo lo hice mío y finalmente acabé la carrera.
Corolario
El rendimiento exige por un lado un reto que permita movilizar los recursos energéticos de manera óptima y que la percepción de cansancio sea menor (plan A) y por otro la flexibilidad o el pensamiento lateral necesario para desarrollar, según las condiciones, una nueva estrategia (Plan B).
Así pues, la aventura acabó bien: cansado pero alegre y orgulloso y con el valioso aprendizaje de la importancia de un PLAN B.
Amante de la fisiología humana, el entrenamiento y más, Néstor, co-fundó Mammoth Hunters después de ayudar a Oriol mejorar su rendimiento deportivo y salud. Es un nutricionista clínico, entrenador y terapeuta. Además de Mammoth Hunters Néstor tiene una clínica donde ayuda a centenares de personas a estar más sanas.